Zonas francas en Uruguay: una clave para el fomento del comercio y la inversión

Zonas francas en Uruguay: una clave para el fomento del comercio y la inversión

Hace poco más de un mes, se cumplieron 100 años de la entrada en vigencia de la primera ley de zonas francas en Uruguay (Ley No. 7.593), cuyo objetivo era estimular el comercio y la industria en el área portuaria mediante beneficios fiscales y exención de impuestos a usuarios.

Zonas francas en Uruguay: una clave para el fomento del comercio y la inversión

Dicha norma sufrió varias modificaciones posteriores, hasta llegar al régimen actual que data de 1987 (Ley No 15.921) -con modificaciones finales introducidas en 2017- y que trajo consigo importantes innovaciones que potenciaron las inversiones, destacándose la creación de zonas franca privadas y el establecimiento de un régimen contractual para los usuarios.   

 

¿En qué consisten las zonas francas?

 

Bajo la normativa uruguaya, las zonas francas se definen como áreas dentro del territorio nacional designadas por el Poder Ejecutivo (previo asesoramiento de la Comisión Honoraria Asesora de Zonas Francas), de propiedad pública o privada, cercadas y aisladas de manera eficiente, cuyo propósito consiste en permitir el desarrollo de diversas actividades industriales, comerciales o de servicios, aprovechando las exenciones fiscales y otros beneficios otorgados por la ley.

Las actividades que pueden llevarse a cabo en las zonas francas comprenden, entre otras:

 

1. Operaciones de comercialización, depósito, almacenamiento, acondicionamiento, selección, clasificación, fraccionamiento, armado, desarmado, manipulación o mezcla de mercancías o materias primas, tanto de origen extranjero como nacional.

2. Instalaciones fabriles para impulsar procesos de manufactura.

3. Servicios financieros, de informática, reparaciones y mantenimiento, así como servicios profesionales que permitan mejorar el funcionamiento de las actividades instaladas, así como la posibilidad de vender esos servicios a terceros países.

4. Se podrán considerar también otras actividades que, según la evaluación del Poder Ejecutivo, resulten beneficiosas para la economía nacional o puedan contribuir a la integración económica y social. 

 

¿Por qué instalarse en zonas francas?

 

Las zonas francas en Uruguay se han convertido en centros de actividad económica diversificada. Si bien el sector logístico y de distribución ha sido uno de los principales motores de crecimiento, se ha permitido el desarrollo de importantes industrias, como la manufacturera, la tecnología de la información y los servicios financieros.

El régimen de zonas francas en Uruguay ofrece diversos beneficios tanto para las empresas que operan dentro de estas áreas geográficas delimitadas como para el país en su conjunto. Entre estos se destacan los siguientes:

 

1. Beneficios fiscales: Una de las ventajas más destacadas es la exención de impuestos a la renta para las empresas que operan dentro de las zonas francas. Esto significa que las compañías pueden reinvertir sus ganancias sin tener que pagar los impuestos típicos sobre las utilidades, lo que aumenta su capacidad de crecimiento y expansión.

 

2. Simplificación aduanera: Las empresas establecidas en zonas francas se benefician de un régimen aduanero simplificado, lo que agiliza los procesos de importación y exportación de mercancías. Esto permite una mayor eficiencia en la cadena de suministro y reduce los costos operativos y logísticos.

 

3. Libre circulación de capitales: facilita las inversiones y transacciones financieras internacionales. Las empresas pueden repatriar sus ganancias y realizar operaciones financieras sin restricciones, lo que brinda una mayor flexibilidad y seguridad a los inversores extranjeros.

 

4. Acceso a mano de obra calificada: Uruguay cuenta con una fuerza laboral educada y capacitada, lo que resulta atractivo para las empresas que buscan establecer sus operaciones en el país. Esto garantiza la disponibilidad de mano de obra competitiva, contribuyendo al éxito de las empresas y fomentando el desarrollo del capital humano.

 

5. Infraestructura y servicios: Las zonas francas en Uruguay suelen contar con una infraestructura moderna y acceso a servicios de calidad, incluyendo parques industriales, áreas logísticas, telecomunicaciones avanzadas y servicios de apoyo empresarial. Esto crea un entorno propicio para la operación eficiente de las empresas y facilita la inversión.

 

6. Desarrollo regional: Las zonas francas se han convertido en centros de actividad económica, atrayendo inversión y generando empleo.

 

7. Fomento de la innovación y la tecnología: La presencia de empresas en sectores de alta tecnología dentro de las zonas francas estimula la innovación y la transferencia de conocimientos. Esto tiene un efecto positivo en la competitividad y el desarrollo tecnológico del país.

 

8. Diversificación económica: Han permitido diversificar la economía uruguaya, promoviendo industrias como la manufacturera, los servicios financieros, la tecnología y la logística.

 

9. Atracción de inversión extranjera: El régimen de zona franca, al ofrecer un ambiente favorable para los negocios y la inversión, ha atraído a numerosas empresas extranjeras a establecer sus operaciones en Uruguay. Un punto no menor es que nuestro país garantiza un marco legal estable y seguro, que brinda confianza a inversores extranjeros en el momento de planificar y estructurar sus proyectos futuros, potenciado por la carencia de restricciones para la operativa de capitales extranjeros. 

 

¿Cuáles son los requisitos para la instalación?

 

Toda empresa que pretenda instalarse en zona franca debe cumplir con ciertos requisitos y procedimientos establecidos por la ley, entre los que se destacan:

 

i. Solicitud de autorización acompañado del proyecto de inversión: Las empresas interesadas en operar en una zona franca deben presentar una solicitud de autorización ante la autoridad competente, acompañada de un proyecto de inversión que detalle las actividades que se desarrollarán, los montos de inversión previstos y los beneficios que se espera obtener/generar, acreditando la viabilidad económica y financiera del proyecto.

 

ii. Compromiso de empleo: la normativa exige el cumplimiento de ciertos estándares, estableciendo porcentajes mínimos exigidos de empleo a nacionales.

 

iii. Cumplimiento regulatorio: Las empresas deben cumplir con las leyes y regulaciones vigentes en Uruguay, incluyendo las relacionadas con el comercio internacional, aduanas y protección ambiental. Asimismo, solo podrán desarrollarse aquellas actividades que son específicamente autorizadas por la ley.

 

iv. Plazo de permanencia: Es importante tener en cuenta que, en algunos casos, se establece un plazo mínimo de permanencia para garantizar la sostenibilidad de las inversiones. 

 

Contexto actual

 

Uruguay cuenta actualmente con 15 zonas francas industriales, comerciales y de servicios, autorizadas en diferentes regiones del país. Según un informe publicado en abril de 2022 por el Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres - https://bit.ly/3QgNflE), en 2019 había más de 1.000 empresas habilitadas para operar en Zonas Francas, empleando directamente a más de 15.000 personas, cifra que se duplica si se consideran los empleos indirectos (representando así el 2% de la población activa en Uruguay).

En el período 2014-2019, las exoneraciones tributarias concedidas a las zonas francas promediaron USD 280 millones anuales, estimándose que el beneficio generado por las empresas alcanzó casi USD 6 por cada dólar exonerado (totalizando aproximadamente USD 1.600 millones anuales), a lo que debe sumarse la implementación de prácticas empresariales innovadoras, transferencia de tecnología y la adopción de estándares de calidad internacional.

Aunque las zonas francas en Uruguay han sido un éxito en términos generales, también enfrentan desafíos, entre los que resalta la competencia con otros países de la región que también ofrecen regímenes similares, así como la necesidad de mantener estándares internacionales de transparencia y prevención contra el lavado de activos. 

 

Consideraciones finales

 

En resumen, el régimen de zonas francas en Uruguay ha sido una herramienta efectiva para fomentar la inversión, la creación de empleo y el desarrollo económico. Los beneficios fiscales, la simplificación aduanera, el acceso a mano de obra calificada y la infraestructura adecuada lo vuelven una alternativa atractiva para aquellas empresas que buscan expandirse en la región, contribuyendo al desarrollo económico y social y maximizando recursos.

Es fundamental que las empresas interesadas en instalarse en una zona franca en Uruguay se asesoren adecuadamente y cumplan con todos los requisitos y procedimientos establecidos por la legislación del país. Cada zona franca puede tener, a su vez, requisitos específicos, por lo que es recomendable consultar con expertos en la materia para obtener asistencia adecuada y precisa.

 

Montevideo, 1 de agosto de 2023. 

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Sobre la autora

ABOGADA - SOCIA

Dra. María Lucía Acosta

Doctora en Derecho y Ciencias Sociales, graduada en la Universidad de la República. LL.M con énfasis en Resolución de Conflictos (Distinción), Queen Mary University of London (Reino Unido), 2018. Becaria de la QMUL Latin American Scholarship.

Su práctica se enfoca en negociaciones de disputas pre-litigiosas así como en litigios...

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